Lo que no me mata me hace más fuerte
Eso dice el refrán, «Lo que no me mata me hace más fuerte», y vaya que he podido comprobarlo.
Aún recuerdo los días en que era incapaz de recordar un nombre, lo soporte hasta que comence a olvidar nombres de amigos y tuve que hacer algo al respecto. La tarea fue aprender el nombre de actores de películas. Ejercicio que a la fecha me convirtió practicamente un directorio de actores, hasta recuerdo rostros.
Lo mismo paso con el trabajo, era un completo desorden y lento para trabajar, hasta que me lance a aprender sobre productividad. En los últimos años me he vuelto exageradamente ordenado y aunque no mejora la velocidad logre controlar la mayoría de ‘deadlines’.
Así podría seguir muchas líneas más, mencionando impuntualidad y demás, pero lo que quiero decir es:
Qué curioso ha sido golpear de frente con un obstaculo, y lejos de huir, aprender a saltarlo al punto que te vuelves un experto en eso. Son agradables consecuencias que no imaginamos.
En fin, una reflexión personal nada más. #pointless 😉