¿Banalidad? Depende a quién le preguntas

Me dan elPeriódico y preguntan ¿viste el artículo de Twitter? Se refieren a La insoportable y celebrada levedad de Twitter de Marco Sifuentes, un artículo, o mejor dicho una recopilación de testimonios (estoy asumiendo que son reales) acerca de la banalidad de los mensajes en Twitter.

Intentaré resumir lo que pienso en una frase aunque robaré unas líneas más en un intento de aclaración: el problema no es acerca de Twitter o las banales acciones de las personas, sino de la incapacidad de algunos a adaptarse a nuevos medios, no los culpo solo lo hago notar.

Las acciones «banales» existen y existirán porque depende del ojo que las juzga, un tweet como «Desayunando panqueques» puede ser insignificante a los ojos de un periodista, más no lo es para una esposa o del amigo que lo ve, es una cuestión de relaciones que no pretendo explicar aquí.

El punto es que la acción existe, por banal que sea, si hubieron panqueques en el desayuno y esto hace unos años solo lo hubiera podido compartir en los pasillos de una oficina o como palabras de más en una conversación telefónica, y en ninguno de los dos casos hubiera sido mal visto. Los amigos comparten ese tipo de cosas todo el tiempo, qué cerveza tomas, donde comiste, qué hiciste el fin de semana, en otras palabras la «banalidad» nos rodea 😛

Entonces llegan los nuevos medios, las distancias se hacen cortas y la memoria es algo que podes comprar por unos cuantos dólares. La «conversación de pasillo» la hacen dos personas en extremos opuestos del mundo, una en Viena y otra en Guatemala; las palabras de más en esa conversación telefónica no tiene porque ser olvidadas ¿por qué olvidarlas si guardarlas es tan barato?

Mejor aún, si los medios alejan los limites para qué conversar con una persona, si podes hacerlo con diez, cien o mil a la vez.

Por qué si Rollings Stones grita a los cuatro vientos que whisky toma mi banda favorita no me va a importar que toman mis amigos.

Twitter es tan solo una muestra de lo que los nuevos medios pueden hacer, y la apatía hacía él es la incapacidad de cambiar paradigmas. De nuevo hago la aclaración, no los juzgo, solo hago la observación.

Al final si de evitar banalidades se trata entonces averigüemos primero con quién hablamos.

2 comentarios

  • Que atinado comentario.

    Yo me confiezo opositor de twitter cuando empezó. No le encontraba sentido. Ahora una frase como la de los panqueques me parece interesante, dependiendo de quien lo diga. Puedo preguntar en donde para acompañar. Se me pueden antojar y buscarme unos para mi mismo.

    Mucho del problema es que creo quien empieza con twitter busca seguir a muchas personas, sin importar quienes sean y eso lo que crea es una maraña de frases a las que no se les puede encontrar sentido.

    Yo insisto, hay que probarlo y darle oportunidad. Uno no se vuelve adicto a twitter de un día a otro.

    Saludos y que vivan los mensajes banales entre amigos/famila/compañeros/personas con algo en comun

  • Interesante, tanto la opinión del periódico como tu respuesta. Esa última frase tuya resumen mi pensamiento, la opinión de cada uno de ellos está directamente relacionada con el tipo de personas que siguen.

    Otra, ¿no es paradójico que un señor que odie la banalidad se tome la molestia de trollear a Twitter en un medio escrito? porque, bien mirado, eso es lo que hace.

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